El renombrado artista colombiano Fernando Botero, reconocido por sus voluptuosas creaciones que se convirtieron en un ícono del arte de Colombia y alcanzaron fama mundial, falleció el viernes a la edad de 91 años.
Su hija, Lina Botero, confirmó el deceso, informando que su padre perdió la vida a las 9:00 a.m. en Mónaco debido a complicaciones de una neumonía, según lo comunicó en una entrevista con la emisora colombiana Caracol Radio.
El legado de este destacado colombiano es verdaderamente extraordinario. Sus exposiciones más destacadas han dejado una huella imborrable en la historia del arte, como lo expresó su hijo Juan Carlos en su libro "El arte de Fernando Botero" publicado en 2010. "Fernando Botero ha forjado un estilo propio, distintivo y de fácil identificación", escribió. Su afinidad por las obras de Botero lo consolidó como uno de los artistas latinoamericanos más apreciados en el mercado del arte durante sus últimos años de vida. En mayo de 2011, la casa de subastas Sotheby's vendió su pintura titulada "Una familia" por casi 1,4 millones de dólares, mientras que en noviembre, la casa Christie's subastó su monumental escultura "Bailarines" por 1,76 millones. A pesar de su éxito económico, la personalidad de Botero permaneció inalterada. Aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo destacaban su humildad, su manera informal de comunicarse y su honestidad como rasgos distintivos de su carácter.QEPD
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